La Hacienda

La densa niebla no dejaba ver nada, las dudas de ir o no ir, de no saber si estaría bueno, pero las ansias por volver a ese mágico lugar serian más fuerte. Nos embarcamos por esa típica carretera en donde a medida que se avanza nos encontramos con distintas especies que yacen muertas por la poca conciencia del hombre que no se preocupa por la fauna de su país.
En nuestro ansioso avance nos damos el tiempo de hasta sacar la mejores imagines . Ya la niebla no existe lo que nos deja con un entusiasmo muy alto,luego de avanzar por esos rústicos caminos que frecuentámos ,el fin del camino estaba adornado por una no poco amigable barricada de madera que firmemente no tenia ni un interés en dejarnos pasar.
Lamentablemente o favorablemente para nosotros el dinero a veces compra huevos y estábamos dentro del mágico lugar. Avanzábamos haciendo de nuestras expectativas un hecho real las perfectas izquierdas, estaban ahí, yo por mi parte asombrado y perplejo por haber vuelto a ese mágico lugar que muchas veces nos lleno de alegría por sus perfectas olas, estaba ahí esperando por nosotros a que nuevamente me atreviese a disfrutar de sus bondades.
Andrés, Rodrigo, yo y el lente eran testigos de esas mágicas ondulaciones de agua que una y otra vez nos seducían a la distancia del horizonte.
Ya adentrados en una buena sesión de surf retro, longboard, semilongboard, y single fins se llevaban la sesión de la mañana.
Dos horas de surf  y el traicionero viento del surf dan fin a esta sesión de surf que estuvo marcada por el asombro de volver aun hermosos lugar, el asombro nuestro por conocer a alguien que ni siquiera sabía su edad pero que le encantaba ver a los surfista surfear en su jardín, y el poco cuidado por parte el hombre hacia las especies autóctonas de nuestro país en fin nos vemos para la próxima.

Texto Lostparadise
Foto Pavez