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Esta historia comienza un día cualquiera de enero, yo estaba en los aparcaderos del point. Se me acercan dos señores a consultarme por clases de surf mientras yo me cambiaba.¡Joven exclamo la señora, usted era el que estaba surfeando allá?. Si le respondí amablemente.Y por que tan lejos, y no con los otros!. Yo le respondí por que los otros no ven lo que veo yo en las olas!. Y las olas de allá están mejores que las de acá. Usted hace clases de surf, si le respondí.Pero mi hijo no es cualquier niño, mi hijo es un niño con síndrome de Dawn.Y cual es el problema yo le respondí, en el mar no existe diferencia, ni raza, ni clase social ni nada, el fin último es tomar esa ola mágica que nos llenara de alegría por unos momentos.
conocí a clemente era un niño tímido en un principio, le temía a la mar y al quiebre de sus olas algo típico en algunos principiantes aprendices.
en el segundo día logré romper ese miedo al mar y estuvimos frente a frente tratando de de desafiarlo me costo pero lo logre a punta de buena onda y revolcones. La playa entera miraba como Clemente estaba conmigo en las olas, sin miedo y coraje y confiando en mi. Una vez dentro del mar, fuiste libre y sentiste la sensación de libertad que no todos pueden sentir dentro de ese mundo liquido llamado océano. Estoy feliz de ti y de haber compartido mi sabiduría surfera, pero mas me alegra saber que te comprendí, y tu me distes la confianza de dejarte mostrar lo que mas me gusta en la vida que es surfear. Yeah Clemente exclame.
Al tercer día de la experiencia, desafiaste al mar, ya no le tuviste miedo. Sentiste como te envolvían las olas, y tu alegría era mi alegría, era inmensa, alegría que yo lograba comprender, como cuando yo cada vez que entro al mar siento al surfear.
Trato de comprenderte y entenderte y tratar de mostrarte que en el mar somos uno solo, tu y la naturaleza, sin discriminación ni color de piel ni estrato social ni raza. Solo buscamos deslizarnos sobre esa masa liquida con vida llamada océano y sus olas. Grande Clemente comienzas a ser uno mas de nosotros y de nuestra cultura.Las personas desde afuera mostraban su alegría y asombro, asombro que no nos importaba solo queríamos estar ahí adentro del mar disfrutando y riendonos de aquellos que nos contemplaban disfrutábamos mas que ellos en tierra firme por que simplemente ellos eran nuestros espectadores y nada mas y tu yo los que brindábamos ese mágico espectáculo de no discriminación.

Texto/Pacheco
Fotos/Foto»droopy»Pavez
surfer/Clemente

Carlos Cristián PachecoGeneral
Esta historia comienza un día cualquiera de enero, yo estaba en los aparcaderos del point. Se me acercan dos señores a consultarme por clases de surf mientras yo me cambiaba.¡Joven exclamo la señora, usted era el que estaba surfeando allá?. Si le respondí amablemente.Y por que tan lejos, y...