Solo 2 horas duro la perfección

Perfectos tuboz se podían apreciar en la perfecta izquierda de la sexta región.

Todo este viaje empezó extraño, un indigente golpeado que nos pedía ayuda para que lo llevásemos al hospital nuestra buena voluntad de algo serviría. Pero en fin nada nos detendría en la búsqueda de la ola perfecta. Llegar a este hermoso lugar es como llegar a nuestra segunda casa sus perfectas olas, bella mujeres, y buena gente engatusan a cualquiera y lo mas terrible es cuando debes volver a casa que mala, aunque igual nos gustan las olas de nuestro homebreak local.
Una vez en el agua todo es diferente y mas aun cuando con tus patners disfrutas de la perfección de sus olas y la alegría de cada uno de los presentes. .Chipidey gozando con cada ola surfeada al igual que yo y los otro, Jaime progresando a pasos largos al igual que nino. Mi longboard apañando en cada momento con técnica y presición. Las Firewire de los chipidey fiel en todo momento gran adquisición esas tablitas.
La olas  venían en todo momento unas bien grandes y otras medianas pero todos surfeabes, lastima que solo eran un par de horas los de diversión después se llenaría de gente y se hacía  imposible surfear.

–Lo mas lindo– las dos muchachas que conocimos una diseñadora y la otra profesora de yogasurf.

–Lo mas trágico- haber quedado en pana, ni siquiera en la mitad de camino de vuelta a casa y haber tenido que ir 10 kilómetros para reparar el neumático y encontrar cerrada la vulca a la 9 de la noche terrible momento.

–Lo mas loco-En contrar a mis amigos felices saltando alrededor de una fogata improvisada al lado de la carretera junto a la guitarra de nino, uff que comieron.

–Lo mejor decisión del momento- volver a Pichilemu a carretear a Waitara, el mambo máximo de Pichilemu junto a todas esas lindas mujeres que mala……….jajajaja.

En resumidas cuenta una trip lleno de anécdotas situaciones y circunstancias al son de la luna llena y la buenas olas. Vean la sesión  de fotos de la historia.

Texto/fotos/pacheco